Volveremos a hacer Izena el año que viene".
Cada vez son más las escuelas que lo dicen. Hay varias zonas en Okinawa donde se puede encontrar alojamiento privado, pero la isla de Izena tiene sus propias "razones por las que sigue siendo elegida". La calidez de los anfitriones, la profundidad de la experiencia, la seguridad de la aceptación y los cambios en los estudiantes. Todas estas cosas son únicas de Izena.
En este número, analizamos las "cinco razones" por las que las estancias de los escolares en la isla de Izena son las preferidas por los responsables de los colegios.
Las reacciones de los alumnos son diferentes porque el "contenido" de la experiencia es rico.
Algunos programas de experiencias son estándar. Pero en Izena hemos ideado una forma de hacerlo menos "convencional". No se juega al sanshin y ya está. En la cocina, hay una conexión con la cultura alimentaria, como "Esta verdura viene de la isla". Por eso los alumnos no sienten que se les ha obligado a hacer algo, sino que ellos mismos han participado en el proyecto.
Flexibilidad in situ, ¡incluso con cambios de horario!
Los viajes escolares siempre están llenos de imprevistos. Sin embargo, en Izena hay personal dispuesto a actuar en caso de cambios repentinos de tiempo o enfermedad. Como somos una isla pequeña, nuestro punto fuerte es que podemos trabajar cara a cara. A los profesores les tranquiliza la respuesta flexible de los isleños, que no tienen que hacer grandes ajustes.
Está pensado para dar "margen" a los profesores.
Los viajes educativos de Izena no están concebidos bajo la "premisa de profesores a cargo". Los profesores pueden concentrarse en su función de apoyo, ya que la parte isleña toma la iniciativa el día del viaje tras una minuciosa inspección preliminar y una reunión previa. A menudo oímos comentarios como: "Normalmente estoy demasiado ocupado para ver el panorama completo, pero esta vez pude dedicar tiempo a cuidar de los alumnos".
Es bueno que estés aquí", pero no tiene por qué acabar ahí.
Una vez finalizada la pernoctación del viaje educativo, se envían cartas, se vuelven a visitar y se conectan entre sí a través de las redes sociales. La pernoctación en la isla de Izena no es una experiencia aislada. Los isleños te recuerdan y te dicen que vuelvas. Es una experiencia valiosa que permanecerá en la memoria de los estudiantes durante mucho tiempo y les permite sentir la "conexión" que va más allá del "aprendizaje".