En los viajes educativos, tanto la "seguridad" como el "aprendizaje" son elementos absolutamente innegociables. De hecho, no hay muchas regiones capaces de lograr ambas cosas sobre el terreno. La remota isla de Izena, en la prefectura de Okinawa, se ha ganado una gran reputación tanto por su sistema de aceptación de pernoctaciones como por su valor educativo. La isla cuenta con una gran experiencia en la aceptación de huéspedes, un sistema de apoyo en toda la comunidad y un diseño de experiencias que "convierte la propia vida en aprendizaje". La isla de Izena está repleta de la forma ideal de excursiones educativas que buscan las escuelas.
La "capacidad de respuesta" es diferente debido al amplio historial de aceptación.
La isla de Izena tiene una larga trayectoria como anfitriona de viajes educativos de todo el país. Se han desarrollado cuidadosamente las capacidades de respuesta necesarias sobre el terreno, como la formación de las familias de acogida, la preparación de manuales de respuesta en caso de emergencia y la consideración de las alergias y la religión. La cooperación con las agencias de viajes y los educadores también es fluida, con comentarios como "me sentí seguro al confiar en ellos" y "me trataron con gran detalle".
La iniciativa de convertir la "experiencia" en "aprendizaje" ya está en marcha.
En la isla de Izena se está llevando a cabo un movimiento para "programar" desde una perspectiva educativa las experiencias que tienen lugar en cada hogar, como la agricultura, la preparación de alimentos y la introducción a la cultura local. La Asociación de Turismo y las familias de acogida están colaborando para mejorar el programa mediante un proceso de ensayo y error para ver cómo pueden sublimar las experiencias de la vida cotidiana en "oportunidades de aprendizaje". Más que un plan de estudios completo, la comunidad colabora para crear un "mejor viaje educativo". Esta actitud es la fuerza de la isla de Izena.
Un sistema de aceptación "en toda la isla" en el que los padres también pueden confiar.
En la isla de Izena, la oficina del pueblo, la asociación turística y los residentes locales colaboran para apoyar las excursiones educativas. No sólo las familias de acogida, sino también las instituciones médicas y los voluntarios locales se unen al sistema de cooperación, y existe un sistema para compartir y responder a la información sobre la seguridad y la salud de los estudiantes en toda la comunidad. El sistema garantiza que las preocupaciones de los padres: "¿Están realmente seguros?". Los profesores también se sienten muy tranquilizados por la capacidad in situ de responder de forma fiable a las preocupaciones de los padres.
El "aprendizaje" basado en la seguridad mueve la vida de los estudiantes.
Por maravillosa que sea la experiencia, carece de sentido si los estudiantes permanecen ansiosos. En la isla de Izena, los alumnos tienen tiempo para relajarse, hablar con sus propias palabras y moverse solos. En el proceso, los alumnos muestran expresiones que normalmente no muestran, y se crean momentos de nueva conciencia. El "impacto educativo" que cambia la atmósfera de todo el curso escolar está sin duda presente en la estancia en la isla.